Cambios bruscos de humor, aspecto desaliñado, problemas económicos... las adicciones pueden ser de muchos tipos, y es importante fijarse en los indicadores para poder identificarlas. Descubre cual es el tipo de adicción que te afecta.
El consumo suele empezar de manera experimental y, en algunas personas, se va haciendo más frecuente. En otras personas, la adicción empieza con la exposición a medicamentos recetados, o al recibir medicamentos de un amigo o un familiar al que se los recetaron.
Con el paso del tiempo, es probable que se necesiten dosis mayores de la droga para sentir los mismos efectos. Al cabo de un tiempo, puede que se necesite la droga solo para sentirse bien. A medida que aumenta tu consumo, es cada vez más difícil vivir sin ella. Los intentos por suspender el consumo de la droga pueden causar deseos intensos de consumirla y la sensación de estar físicamente enfermo (síntomas de abstinencia).
Es fundamental contar con toda la información posible para poder actuar. Aun así en la mayoria de los casos necesitaremos las manos más eexpertas para poder superar una adicción.
Cualquier persona puede sufrir una adicción. Existen determinados factores que predisponen y precipitan una adicción y la rapidez con la cual se la adquiere.
Consumo temprano
Consumir drogas a temprana edad puede causar cambios en el cerebro en desarrollo y aumentar la probabilidad de avanzar hacia una adicción.
Falta de implicación familiar
Las situaciones familiares difíciles o la falta de un vínculo con los padres o hermanos pueden aumentar el riesgo de adicción, al igual que la falta de supervisión de los padres. Aunque métodos de educativo tradicionales basados en el castigo tiene un escaso éxito.
Presión social
La presión social es un factor importante para comenzar a consumir drogas o tener un consumo inapropiado, en especial para la gente joven.
Tomar una droga altamente adictiva
Algunas drogas, como los estimulantes o los analgésicos opioides, pueden ocasionar un avance más rápido de la adicción que otras drogas. Fumar o inyectarse drogas puede aumentar la posibilidad de que se genere una adicción.
Trastorno de salud mental
Cuando se padece un trastorno de salud mental, como depresión, trastorno por déficit de atención con hiperactividad o trastorno de estrés postraumático, hay más probabilidades de volverse adicto a las drogas. Consumir drogas puede llegar a ser una forma inicial de lidiar con la ansiedad, depresión y soledad, y con el tiempo acaben empeoren aun más estos problemas.
Antecedentes familiares de adicción
La drogadicción es más frecuente en algunas familias y probablemente implica una predisposición genética. Si existe un familiar consanguíneo, como un padre o hermano, con adicción al alcohol o a las drogas, hay un mayor riesgo de padecer una drogadicción.
Distinguir el mal humor o la angustia normales en una persona de los signos de una adicción es una tarea difícil. A continuación hacemos mención de posibles indicios de una adicción.
Frecuencia
Consumir con frecuencia, diariamente o incluso varias veces al día
Craving
necesidad intensa de consumir, pensamientos intrusivos de cosnumo, asegurarse de tener la sustancia disponible en todo momento
Tolerancia
Necesitad de una dosis mayor para obtener el mismo efecto
Salud
Continuar con el consumo a pesar de que que esté provocando problemas vitales o daños físicos o psicológicos.
Problemas en el trabajo o en la escuela:
ausencias frecuentes del trabajo o de las clases, desinterés repentino en las actividades laborales o escolares, disminución del desempeño en el trabajo o peores resultados académicos
Falta de energía y de motivación:
perdida de interés en actividades físicas que normalmente se realizan de forma lúdica, sin embargo hay motivación para intentar obtener la sustancia y consumirla.
Apariencia:
adelgazamiento o aumento de peso, aspecto desaliñado, falta de interés en la ropa, el aseo personal, ojos rojos, pupila dilatada
Cambios de conducta: esfuerzos exagerados por evitar la entrada a su vivienda o habitación, ser reservado con respecto al lugar de sus reuniones sociales; o cambios radicales de las relaciones con familiares y amigos
Problemas de dinero:
pedidos repentinos de dinero sin explicación razonable, o descubrir que falta o se ha robado dinero, o que han desaparecido objetos de tu hogar, lo que indica que tal vez se hayan vendido para sustentar el consumo de drogas.
Alcoholismo
Deseo fuerte o necesidad de beber alcohol
Incapacidad para limitar la cantidad de alcohol consumida
Consumo continuo de alcohol incluso sabiendo que esto causa problemas físicos, sociales o interpersonales
Abandono o reducción de actividades sociales, laborales y de ocio
Enfermedades hepáticas
Problemas digestivos
Problemas con la actividad sexual y la menstruación.
Problemas en la vista
Daño en los huesos afectando la producción de masa ósea
Complicaciones neurológicas
Sistema inmunitario debilitado
Falta de interés en las actividades y los pasatiempos, y en la imagen personal
Ojos colorados, balbuceo, problemas de coordinación y lagunas mentales
Dificultades o cambios en las relaciones con los amigos
Cambios de humor frecuentes y comportamiento defensivo.
Marihuana, hachís y otras sustancias que contienen cannabis
Lentitud
Aumento de apetito
Aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca
Enrojecimiento de los ojos
Midriasis (dilatación pupilar)
Sequedad de boca
Disminución de la coordinación
Dificultad para concentrarse o recordar cosas
Dificultad para expresarse
Tiempos de reacción más lento
Ansiedad o pensamientos paranoides
Olor a cannabis en la ropa
Color amarillento en las puntas de los dedos
Estimulantes (Metanfetaminas, cocaína)
Los estimulantes comprenden anfetaminas, metanfetaminas, cocaína, metilfenidato (Ritalin, Concerta y otros) y anfetamina-dextroanfetamina (Adderall, Adderall XR y otros). A menudo se hace uso y abuso de ellos para sentirse «eufórico» o para aumentar la energía, para mejorar el desempeño en el trabajo o en la escuela, o para bajar de peso o controlar el apetito. La metanfetamina y la cocaína son muy adictivos y pueden tener múltiples consecuencias para la salud a corto y largo plazo, tales como comportamiento psicótico, convulsiones o muerte por sobredosis.
Los signos y síntomas del consumo reciente comprenden lo siguiente:
Exaltación y exceso de confianza
Estado de alerta más intenso
Mayor energía e inquietud
Cambios de conducta o agresión
Dicción rápida o incoherente
Pupilas dilatadas
Confusión, delirios y alucinaciones
Irritabilidad, ansiedad o paranoia
Cambios en la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura corporal
Náusea o vómitos con adelgazamiento
Facultadas mentales alteradas
Congestión nasal y daño en la membrana mucosa de la nariz (si se esnifan drogas)
Llagas en la boca, enfermedades de las encías y caries dentales por fumar drogas («boca de metanfetamina»)
Insomnio
Depresión a medida que pasa el efecto de la droga
Drogas sintéticas
Las drogas sintéticas comúnmente se consumen en fiestas. Ejemplos de ellas son el éxtasis o Molly (MDMA), el ácido γ-hidroxibutírico (GHB), el flunitrazepam (Rohypnol, también conocida como «roofie») y la ketamina. Estas drogas comparten efectos perjudiciales similares a largo plazo.
Los signos y síntomas del consumo de drogas sintéticas comprenden los siguientes:
Alucinaciones
Paranoia
Pupilas dilatadas
Escalofríos y sudoración
Movimientos involuntarios (temblores)
Cambios de conducta
Calambres musculares y apretamiento de dientes
Relajación muscular, coordinación deficiente o problemas de movilidad
Desinhibición
Sentidos de la vista, el oído y el gusto más intensos o alterados
Capacidad de juicio deficiente
Problemas de memoria o pérdida de memoria
Disminución del nivel de conocimiento
Aumento o disminución de la frecuencia cardíaca y la presión arterial
además…
El ácido γ-hidroxibutírico y el flunitrazepam pueden provocar sedación, confusión y pérdida de memoria. Se sabe que estas drogas, conocidas como «drogas del violador», afectan la capacidad de resistir el contacto no deseado y el recuerdo del episodio. En dosis elevadas, pueden provocar convulsiones, coma y la muerte. El peligro aumenta cuando estas drogas se consumen con alcohol.
El éxtasis o Molly (MDMA) puede provocar deshidratación, desequilibrio de electrolitos y complicaciones que pueden comprender convulsiones. A largo plazo, el MDMA daña el cerebro.
Alucinógenos:
El consumo de alucinógenos produce distintos signos y síntomas según la droga. Los alucinógenos más frecuentes son la dietilamida del ácido lisérgico (LSD) y la fenciclidina (PCP).
Puede causar:
Alucinaciones
Temblores
Percepción de la realidad muy reducida
Cambios emocionales rápidos
Cambios mentales permanentes en la percepción
Frecuencia cardíaca acelerada y presión arterial alta
Reviviscencias: volver a experimentar una alucinación, incluso varios años después
La sensación de estar separado del cuerpo y de lo que te rodea
Problemas para hablar
Convulsiones
Problemas de coordinación y movimiento
Movimientos involuntarios de los ojos
Intolerancia a los ruidos fuertes
Sustancias inhaladas
Analgésicos opioides
Los opioides son drogas narcóticas analgésicas. Se producen a partir del opio o se fabrican sintéticamente a partir del opio. Esta clase de drogas comprende la oxicodona, la morfina, la codeína, y la metadona. La adicción a los analgésicos opioides de venta con receta ha alcanzado un índice alarmante.
Signos y síntomas del consumo incluyen los siguientes:
Reducción de la sensación de dolor
Agitación, somnolencia o sedación
Balbuceo
Problemas de atención y memoria
Pupilas contraídas
Falta de percepción o de atención a las personas u objetos alrededor
Problemas de coordinación
Depresión
Confusión
Estreñimiento
Benzodiacepinas, barbitúricos, e hipnóticos
Las benzodiacepinas, los barbitúricos, y los hipnóticos son depresores del sistema nervioso central. Su venta es con receta médica. El uso y abuso de estos medicamentos para obtener una sensación de relajación o por el deseo es cada vez más frecuente. Estas personas suelen incurrir en el error de que no son nocivas para la salud al tratarse de un fármaco. Pero la realidad es que su mal uso provoca efectos nocivos y adictivos igualmente potentes que otras drogas.
Ejemplos de estos fármacos son:
Benzodiacepinas: diazepam (Valium), alprazolam (Xanax), lorazepam (Ativan), clonazepam (Klonopin) y clordiazepóxido (Librium)
Barbitúricos: fenobarbital y el secobarbital (Seconal)
Hipnóticos: zolpidem (Ambien, Intermezzo, otros) y zaleplon (Sonata)
Los signos y síntomas del consumo reciente comprenden lo siguiente:
Somnolencia
Balbuceo
Falta de coordinación
Irritabilidad o cambios en el estado de ánimo
Problemas para concentrarse o pensar con claridad
Problemas de memoria
Movimientos involuntarios de los ojos
Falta de inhibición
Respiración más lenta y presión arterial reducida
Caídas o accidentes
Mareos
Si el consumo de la drogas está fuera de control o causa problemas, se debe pedir ayuda. Es necesario acudir a un médico si no se puede suspender el consumo de una droga o se continua con el consumo a pesar del daño que causa. Además, al menor signo de padecer una adicción es recomendable contactar con un profesional ya que cualquier información puede resultar vital para evitar males mayores. Cuanto antes se consiga la ayuda, mayores serán las probabilidades de recuperación a largo plazo.
Nuestro trabajo no es aplicar terapias predefinidas. El paciente es quien establece las metas, y nos encargamos de guiarlo por el camino correcto.
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